
Las causas de las migrañas han sido muy discutidas, pues suelen coincidir con diferentes situaciones o patologías, o aparecer simplemente sin causa alguna.
A veces por estrés, por cambios hormonales, ingesta de anticonceptivos, otros medicamentos etc… En muchos casos la causa puede ser una defunción en los niveles nerviosos C1,C2,C3 (atlas, axis y tercera vértebra) debido al desequilibrio de la columna vertebral (caídas, lesiones, accidentes, etc.), al estrés y la tensión muscular, entre otros, lo que estimula los nociceptores (terminaciones de las células que detectan las sensaciones de dolor y las transmiten a otras áreas del sistema nervioso central y mandan información al cerebro sobre la presencia de dolor en el cuello).
Existen varios tipos y se pueden sufrir de distinta forma. Pero los últimos estudios suponen un importante avance en la cura definitiva de esta enfermedad, que apuntan más bien al sistema nervioso central. Según lo dicho anteriormente todas estas circunstancias citadas desembocan en hipersensibilidad de las fibras nerviosas que envuelven los vasos sanguíneos.
Esto significa que es el torrente sanguíneo en las arterias lo que provoca los punzantes e intensos dolores de cabeza. Una conclusión que, como reconocen los propios científicos, necesita de más investigación para determinar por qué las fibras nerviosas se vuelven hipersensibles. El sistema nervioso central está directamente relacionado con este tipo de cefalea.
Se afirma con rotundidad que los tratamientos futuros con migrañas deben poner el foco en el control y la modulación del sistema nervioso.
También está demostrado que una elevación de la histamina da lugar a cefaleas, esta hormona es segregada como defensa ante cualquier alergénico y en exceso puede producir estas molestias.
Es muy importante una correcta hidratación pues la concentración de histamina en los tejidos aumenta cuando están poco hidratados. Las necesidades de agua varían en función del tipo de dieta, la constitución, los hábitos y el clima, pero en general se recomienda tomar un mínimo de ocho vasos de agua diarios.
Nutrientes que te ayudan a controlar la histamina y con ello las migrañas.
Debes prestar especial atención a algunos nutrientes, que deberían abundar en tu dieta:
- La vitamina C frena la liberación de histamina y favorece el efecto de la enzima que la elimina.
- La vitamina B6 ayuda a que dicha enzima sea efectiva. Se encuentra, por ejemplo, en alimentos como patatas, pimientos y pistachos.
- La quercetina está presente en la cebolla y sus parientes, e inhibe la liberación de histamina. Las hojas de onagra, las coles, las coles de Bruselas, el brócoli, el mango, la grosella, el arándano, las endivias, el perejil, el ginkgo biloba o los guisantes. También ayuda a eliminar los tóxicos y en sinergia con la vitamina C se potencia su acción antioxidante.
La quiropráctica es una disciplina totalmente indicada, ya que junto con los nutrientes necesarios y algún cambio de hábitos, puede producir una increíble mejoría, incluso la desaparición de las migrañas. Esta práctica trabaja sobre el sistema nerviosos a través de la columna vertebral, por lo que favorece su buen funcionamiento.