
Fibromialgia y quiropráctica
La fibromialgia es una enfermedad cuyas causas exactas son desconocidas, aunque las investigaciones apuntan a una posible alteración de los neurotransmisores del sistema nerviosos. Estos se encargan de la transmisión de las señales desde una neurona hasta la siguiente, además de estimular las fibras musculares para su contracción en las neuronas motoras. El dolor, el síntoma principal de la fibromialgia, podría estar originado por la percepción incorrecta de los estimuladores sensitivos que pueden interpretar los diferentes estímulos (presión, calor, vibración…) como dolorosos.
Su prevalencia es mayor en las mujeres y especialmente con enfermedades de base como la artritis reumatoide, lupus o espondilitis anquilosante.
Los síntomas de la enfermedad son muy diversos, aunque los más destacados y comunes son:
- Mialgia o dolor muscular crónico, difuso y en diferentes partes del cuerpo.
- Cansancio tras pequeños esfuerzos y que no desaparece tras el descanso.
- Rigidez con entumecimiento, calambres en las zonas declives del cuerpo, hinchazón, movimientos involuntarios y temblores.
- Dificultad para conciliar y mantener el sueño.
- Depresión.
- Deterioro cognitivoque se manifiesta en la dificultad para expresarse correctamente, memorizar o procesar información.
Actualmente, los tratamientos y cuidados existentes van encaminados a paliar los síntomas, ya que como comentamos anteriormente, el origen de la enfermedad se desconoce. Los tratamientos más habituales para esta dolencia son los propuestos por la medicina tradicional occidental unidos a la terapia psicológica. Sin embargo, existen otras alternativas menos conocidas y con resultados igualmente beneficiosos para las personas que padecen dicha enfermedad.
Entre las alternativas más destacadas está la quiropráctica, basada en la relación existente entre el sistema nervioso y la columna vertebral y desde el centro quiropráctico Madrid atendemos este tipo de casos. Los quiroprácticos como expertos en la materia, ayudan al paciente a lograr una columna más sana y libre de interferencias nerviosas, lo que permite que la información enviada y recibida por los nervios fluya de manera correcta. Recordemos que de la columna vertebral salen los paquetes nerviosos encargados de transmitir la información a las diferentes partes de nuestro cuerpo: músculos, órganos digestivos, órganos respiratorios… Una columna y sistema nervioso más sanos es sinónimo de un organismo también más sano.
Así que en respuesta al título de este post, sí, la quiropráctica te puede ayudar. Además de los cuidados quiroprácticos es muy importante llevar a cabo una alimentación e hidratación adecuada. Beber al menos 1l por cada 25kg de peso. La dieta debe estar basada en legumbres, verduras y semillas, alimentos ricos en vitamina c, magnesio y calcio. Hay que evitar las grasas y azucares refinados e industriales.
Por otro lado es fundamental la práctica de ejercicio físico, con él se fortalece la musculatura, se produce mayor sensación de bienestar y se mejora la función física en general. Aunque el dolor y el cansancio pueden hacer difícil la práctica del ejercicio físico, se debe procurar ser lo más activo posible. Se recomienda realizar ejercicio suave y lento e ir poco a poco aumentado la intensidad… Entre las actividades más aconsejables están: caminar, el ciclismo, la natación, la gimnasia en el agua… Otras prácticas como el taichí o el yoga también son muy beneficiosas.