
Enfermedades del sistema respiratorio
Las enfermedades pulmonares están íntimamente relacionadas con el funcionamiento de la musculatura del diafragma y de los escalenos. Estas enfermedades merman la capacidad pulmonar y van atrofiando la musculatura, por ello hay terapias y ejercicios que ayudan a trabajarla para facilitar la apertura torácica y con ello potenciar la calidad de la respiración.
La cantidad y la calidad del oxígeno que entra en nuestro organismo es vital para el buen funcionamiento de nuestros órganos, y por lo tanto tiene que estar en unos niveles adecuados.
La vida que se lleva actualmente nos hace descuidar nuestra respiración, y los factores externos como la contaminación, los productos químicos o el humo del tabaco, la transforman en tóxicos que van entrando en nuestro cuerpo sin darnos cuenta.
Actualmente el enfisema pulmonar (producido por lesiones irreversibles en las paredes de los sacos aéreos por el intercambio de dióxido de carbono por oxigeno) cuya causa principal es el tabaco, junto con el cáncer de pulmón son dos de las principales causas de muerte en las grandes ciudades.
También es cierto que el estrés, la vida sedentaria y la mala alimentación son buenos aliados de estas enfermedades, pues los malos hábitos facilitan su aparición.
Cuando comienzan los síntomas la enfermedad está avanzada, pues la destrucción del tejido pulmonar se produce lentamente, hasta que en un momento determinado comienzan a desatarse síntomas de fatiga, dificultad de respirar y sibilos (ruidos de las vías respiratorias).
Por todo esto es tan importante la prevención. Debemos evitar en lo posible las zonas contaminantes, no fumar ni estar expuestos al humo del tabaco, hacer ejercicio en la medida de lo posible, llevar una alimentación sana y cuidar muy bien de nuestra columna y nuestro sistema nervioso que controlan nuestra musculatura y las funciones de nuestros órganos.
La prevención es fundamental. A veces nuestro estilo de vida, donde vivimos o trabajamos, no nos permite al cien por cien llevar un buen cuidado y es necesario adquirir una serie de costumbres como:
- Salidas más continuadas a zonas de campo.
- Ejercicio
- Alimentación adecuada.
- Evitar en lo posible zonas de contaminación excesiva o emanaciones de productos químicos.
Cuando hay un proceso y unos síntomas, hay terapias como la quiropráctica que no solo pueden aliviar, sino que remiten muchas de la enfermedad, incluso una pronta recuperación en casos incipientes. Muchas de estas aparecen por pequeños pinzamientos de las vértebras sobre el sistema nervioso, por desalineaciones de estas y la quiropráctica ayuda a liberar esa movilidad restaurando el buen funcionamiento del sistema nervioso con los diferentes órganos a la vez que se produce un cambio postural y una apertura del tórax con lo que aumenta la capacidad pulmonar.
Con el cuidado de nuestro quiropráctico Madrid la calidad de vida en pacientes crónicos aumenta entre un 10% y un 30% y hay muchos casos de pacientes, diagnosticados con alergias, en los cuales han desaparecido los síntomas.
La quiropráctica no actúa sobre la enfermedad sino sobre la salud.
IMPORTANTE: