Estar bien nutrida en el embarazo es fundamental para el buen desarrollo del bebé. Hay que considerar lo que se come y la cantidad que se come. Lo que quiere decir que no hay que comer por dos sino para dos.
El aporte de alimentos al final del embarazo no debe ser mucho más que al principio.
Aproximadamente se deben ingerir unas 2000 kcal al comienzo del embarazo y acabar con unas 2500 kcal y siempre nutrientes de buena calidad que ayuden al feto a desarrollarse correctamente.
Nuestros tejidos a la vez que se van desgastando se van regenerando, gracias a los nutrientes que aportamos a nuestra dieta (vitaminas como el ácido fólico, minerales, proteínas…), pasa lo mismo con los del bebe, pero en el caso del adulto el organismo ya está formado. El bebe debe desarrollar todos sus órganos en nueve meses y en este proceso es vital la alimentación de la madre y los buenos hábitos.
Hay que tener en cuenta que aportar la cantidad de nutrientes adecuada es imprescindible para la formación de una nueva vida, y debemos saber que en la mayoría de los casos la cantidad de estos no está en relación con la cantidad de los alimentos, ¿esto qué quiere decir? pues bien, la mayoría de las veces los alimentos que mas nos gustan carecen de nutrientes y solo nos aportan grasa o calorías, con lo cual cogemos peso, pero no nos nutrimos bien, justo todo lo contrario que debe pasar durante el embarazo. Debemos comer lo justo, pero con extra de nutrientes. Aquí juega un papel muy importante la calidad de los alimentos y la pureza.
La pureza de los alimentos depende de la mayor o menor cantidad de conservantes y aditivos que lleven, cuanto mas procesado menos calidad y menos nutrientes. También se deben evitar ciertas sustancias como los productos azucarados, las grasas saturadas, el alcohol y las bebidas gaseosas, y por descontado sustancias nocivas como el tabaco.
Las grasas vegetales son especialmente importantes durante el embarazo. Para evitar el estreñimiento, se debe ingerir muchos alimentos ricos en fibra, como el pan integral, verdura cruda y fruta fresca, que además contienen los minerales
En el caso de los líquidos, es especialmente importante beber al menos 1,5 litros al día y si es posible más (de 2 a 3 litro). La mejor bebida es el agua mineral o del grifo, si tiene la calidad adecuada para consumirse
Desgraciadamente la alimentación actual no es suficiente para una nutrición saludable, dado su proceso de elaboración y de conservación, por lo que es necesario un complemento vitaminado, complejo B, muy importante para el desarrollo y crecimiento del bebe y el ácido fólico que ayuda a disminuir el riesgo de malformaciones de la médula espinal, que garantice la aportación de las vitaminas y minerales necesarios para un correcto desarrollo del feto y para proporcionar la energía adecuada a la madre.
¿Qué alimentos son los más beneficiosos en esta etapa?
Los alimentos más recomendados son:
- El queso (a ser posible de oveja o de cabra)
- Bebidas vegetales (avena, almendra, coco…)
- Carne roja magra, pollo, pavo, pescado
- Huevos: 3 huevos a la semana
- Verduras y ensaladas: todos los días
- Frutas: 2-3 (primer y segundo trimestre), 3-4 (tercer trimestre.
- Arroz y pasta integrales
- Patatas
- Legumbre: 2 veces por semana
- Alimentos fermentados
Sobre estos últimos debemos apuntar:
“Los alimentos fermentados pueden ayudar a mejorar el sistema inmunológico de la mamá y el bebé y la salud intestinal en general”, está demostrado que pre y probióticos podrían desempeñar un papel importante en la prevención y el manejo de enfermedades gastrointestinales y salud general. “Otros alimentos fermentados que serían beneficiosos durante el embarazo incluyen kéfir, sopa de miso y tempeh”.
Siempre debes hablar con tu especialista antes de probar nuevos alimentos o bebidas durante el embarazo, pero en la mayoría de los casos, los alimentos fermentados pueden ser parte de una dieta saludable y segura en el embarazo.
Los estudios han demostrado que la salud del intestino de la madre durante el embarazo influye en el desarrollo del cerebro del bebé y el sistema inmunológico. Esto explica porque los probióticos en esta etapa pueden reducir el riesgo de desarrollar eczema más tarde en la vida.
La fermentación también ayuda con la digestión, que es un beneficio si sufres de estreñimiento durante el embarazo, una queja común debido al aumento de los niveles de progesterona. También hay estudios que muestran el beneficio de las bacterias saludables para prevenir la preeclampsia, la diabetes gestacional y el retardo del crecimiento intrauterino durante el embarazo.
También hay que tener en cuenta que una mala alimentación puede dar lugar a anemia, muy típica durante el embarazo, por déficit de alguna vitamina, por eso es muy importante incrementar el aporte de hierro y Vitamina B12. Para la buena absorción del hierro es importante tomar zumos de naranja, limón o kiwi pues contienen Vitamina C. y la vitamina B12 la podemos encontrar en carne, pollo, pavo, pescado, leche.
Hay que tener en cuenta que él te, el café, el vino y la cerveza oscura son inhibidores del hierro, en todo caso podemos tomar dos tazas como máximo de té verde o roibos y alguna cerveza ocasional sin alcohol, pues por otra parte es rica en ácido fólico.
Hay que recordar que comer por encima del apetito puede conducir, además, a la obesidad. Y esto nos lleva al peso: ¿cuánto peso hay que ganar? Si al llegar al embarazo, se tiene un peso normal se aconseja que gane un mínimo de 11,5 kg. Pero hay mujeres que sólo ganan 7 kg y otro 18 kg, y las dos pueden tener un niño sano y recuperar su peso previo, aquí también juegan un papel fundamental los habitos adquiridos durante el embarazo.
Este debería ser el lema alimentario durante el embarazo de una mujer.
“Mejorar la calidad de la comida en vez de comer por dos”